No cabe duda de que Labrouste y su arquitectura eran sujetos claves de la contemporaneidad. Siendo lo contemporáneo lo que se desarrolla en su propia época y a su vez, siendo la arquitectura capaz de traspasar las líneas del tiempo. Labrouste logra crear una arquitectura contemporánea con un lenguaje único y propio a través de sus obras. Y uno de los mejores ejemplos lo son La Biblioteca Nacional en Paris, Sainte-Geneviève y su sala de lectura.
Al momento de diseñar la Biblioteca Sainte-Geneviève, Labrouste crea una estructura que te lleva a la contemplación, el mismo edificio te induce uno de los propósitos de la biblioteca: la lectura y el estudio. Es interesante como Labrouste lleva a cabo este concepto a través de los detalles de la arquitectura. Por ejemplo, en la sala de lectura, donde es clave la iluminación, Labrouste diseña nueve cupulas de recubiertas de vidrio y sostenidas en columnas de acero, las cuales se encargan de reflejar la luz, que entra al edificio a vuelta redonda, y la intensifica haciendo que sea mas sencillo leer en ese espacio. Cabe mencionar que este acto demuestra que el arquitecto comprendía a la perfección los requerimientos del espacio a diseñar, pues en el momento en el que fue construida dicha sala de lectura no se había logrado utilizar la electricidad a tales escalas.
Otra manera en la que se demuestra el ingenio de Labrouste fue en la forma en la que el arquitecto les vio el potencial a los materiales de la época. No en sentido de ornamentación sino en sentido estructural. Mas allá de utilizar el acero y el vidrio de manera ornamental, el arquitecto los utiliza para cumplir con elementos arquitecturales tales como la iluminación natural, mencionada anteriormente. Labrouste abrió las puertas a la exploración de las diferentes capacidades de la materialidad y sus diferentes formas de complementar la arquitectura, ya sea estética o espacialmente.
Una de las acciones más extraordinarias de Labrouste fue echarle un vistazo al pasado en una época en donde no era la norma hacerlo. El arquitecto nos demuestra la importancia del pasado, como este nos enseña y como es importante reconocerlo para encontrar nuevas e innovadoras soluciones. De la misma manera, muestra que particularizar cada elemento arquitectónico puede crear un poderoso conjunto en el resultado final. Finalmente, Labrouste abarca lo contemporáneo al crear nuevas soluciones arquitectónicas con la materialidad del presente mientras le hecha un vistazo al pasado, el cual funciona como un diario del progreso arquitectural, y todo esto, para construir para el futuro.
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